Órganos de dirección

Nacido en 1966 en Perpiñán e hijo de padres andaluces inmigrantes, resido actualmente en Sant Sadurní d'Anoia. Mi padre trabajaba en las cavas Marqués de Monistrol y fue afiliado a CCOO. En casa siempre se oía hablar de convenios, tablas salariales y derechos
laborales, así que desde muy joven crecí sabiendo que los sindicatos eran una herramienta para defender la dignidad de las personas trabajadoras.

Estudié dirección de servicios de restauración en la Escuela Superior de Hostelería de Barcelona (ESHOB), y durante muchos años trabajé en el sector de la hostelería y la restauración, en empresas de catering, clubes deportivos y varios establecimientos del
sector. En este ámbito, si una empresa no cumplía, la respuesta habitual era marcharse y buscar otro trabajo.

Todo cambió en el 2000, cuando nació mi hija. Decidí dejar el sector de la hostelería y entré en el mundo de la distribución y la logística. Trabajando en el almacén logístico, empecé a ver de cerca las injusticias laborales, los abusos y la
impunidad con la que actuaba la empresa. Entendí que no necesitaba marchar a ninguna otra parte, sino quedarme y luchar para que la empresa donde trabajaba asumiera sus obligaciones y tratara a la gente como se merece.

Me acerqué al local de CCOO de Sant Sadurní para pedir ayuda. Allí me dijeron algo que me marcó: “Desde fuera no podemos darte el pescado, pero sí la caña y las herramientas para que puedas pescarlo tú”. Y así lo hice. La mejor herramienta que tenemos las personas trabajadoras es la organización colectiva. Y si la sabemos utilizar bien, puede hacer milagros.

Impulsé la convocatoria de elecciones sindicales, me presenté solo y luché por sumar gente a mi proyecto. El único objetivo era ganar las elecciones. La empresa puso todas las trabas posibles pero con el apoyo de la dirección del sindicato —Artur y Albert, y de los compañeros Sergi, Antonio…— conseguimos doblegarles el brazo, ganamos las elecciones y empezamos a cambiar las cosas de verdad, ganándonos la confianza y el respeto de los compañeros y compañeras.

A partir de ahí, fui presidente del comité de empresa por CCOO entre 2001 y 2013, y seguí colaborando con el sindicato en el asesoramiento laboral y la extensión sindical. Siempre he entendido el sindicalismo como herramienta práctica y de contacto directo con la realidad de las personas trabajadoras. Me pongo en su piel y me tomo muy en serio la defensa de sus derechos.

Todo esto lo pude hacer gracias al apoyo y ejemplo de mi gran amigo Sergio Lozano, que ha sido mi mentor, un gran líder y un referente sindical.

Como decía a menudo Sergi, una frase que siempre me ha acompañado, y que todavía hoy firman muchos comités del sector del cava en sus comunicados:
"Juntos somos fuertes, unidos mucho más, y organizados, imparables."

Tras el cierre de la empresa, he continuado activo dentro del sindicato, ayudando a otros trabajadores y trabajadoras a organizarse ya hacer respetar sus derechos, compartiendo lo que un día otros compartieron conmigo.