el pasado 4 de marzo, miles de trabajadoras y trabajadores salieron a las calles de Barcelona para reclamar la reducción de la jornada laboral en 37,5 horas semanales sin reducción salarial. La movilización, que formaba parte de las protestas estatales convocadas por CCOO y UGT, se hizo en Cataluña con el objetivo de presionar a los partidos catalanes para que apoyen la medida en el Congreso de los Diputados.
El secretario general de CCOO de Cataluña, Javier Pacheco, fue claro y directo: “Hoy hemos dejado claro que la gente trabajadora quiere la reducción de jornada y que los partidos políticos catalanes no pueden fallarnos. Ahora tienen la oportunidad de estar del lado correcto de la historia.”
La manifestación arrancó en las 12.30 h desde la plaza de Colom, con un recorrido simbólico hasta las tres chimeneas de la antigua Canadiense, donde hace más de un siglo se logró la jornada laboral de 40 horas después de una huelga histórica. Durante el acto final, Pacheco recordó que ahora es el momento de un nuevo avance para la clase trabajadora: “Trabajar menos horas sin perder salario significa más derechos, mejor conciliación y más justicia social. No hay excusas.”
El éxito de la movilización ha demostrado que el soporte social a la reducción de jornada es masivo. Desde CCOO, se insistió en que esta medida no sólo es posible, sino necesaria en un momento en el que la productividad ha aumentado y muchos países europeos ya aplican jornadas más cortas.
Con esta manifestación, la presión sindical y social se intensifica para que la reducción de jornada sea aprobada en el Congreso. "No nos detendremos hasta que no sea una realidad", concluyó Pacheco.