CCOO de Cataluña apuesta por democratizar el tiempo de trabajo, por mejorar la gestión colectiva y, al mismo tiempo, conquistar derechos individuales de la gestión de la jornada, y por impulsar políticas públicas para la igualdad

Es necesaria la derogación de la reforma laboral y devolver los equilibrios a la negociación colectiva

Hoy se ha presentado al Consejo del Trabajo Económico y Social de Cataluña el informe “El tiempo de trabajo: cambios normativos, tendencias emergentes y regulación en los convenios colectivos“, que hace un análisis diacrónico, en una muestra de convenios, de la evolución de la regulación del tiempo de trabajo desde antes de la reforma laboral del PP hasta la actualidad. Más allá de las conclusiones y recomendaciones consensuadas por los agentes sociales en este informe, desde CCOO de Cataluña destacamos dos conclusiones: que en los convenios colectivos no ha habido grandes cambios en la mayor parte de la regulación del tiempo de trabajo, y que las constantes recomendaciones que hacemos desde los ámbitos de concertación, Hacia una mayor capacidad de las personas trabajadoras de flexibilizar su jornada, no tienen un claro reflejo en la negociación colectiva.

En resumen, la capacidad empresarial de flexibilizar la jornada de trabajo, según intereses organizativos y de producción está en un claro desequilibrio, respecto de los derechos efectivos de las personas trabajadoras. Por ello, también reclaman que hay que derogar la reforma laboral, devolver los equilibrios a la negociación colectiva y democratizar el tiempo de trabajo.

Los procesos de transición a los que se enfrenta la economía obligan a repensar la organización del tiempo de trabajo. Es urgente una apuesta social, económica y política clara para abordar una transición justa hacia las transformaciones energética, digital, demográfica y climática. Esta transición justa debe permitir reequilibrar, mediante la implementación de políticas públicas y el desarrollo de la negociación colectiva, la desigualdad inherente al contrato de trabajo en la gestión organizativa del tiempo de trabajo y descanso.

La digitalización de la economía debe conllevar un incremento de la productividad que debe orientarse hacia el pleno empleo mediante una continua adaptación y reducción de la jornada laboral, repartiendo el trabajo y evitando la exclusión social. El objetivo de la jornada generalizada entre las 32 y 35 horas semanales de trabajo debe ser una prioridad a la negociación colectiva y empezando por las administraciones públicas, que deben ser motor de los cambios.

La negociación colectiva del tiempo de trabajo tiene todavía mucho camino por recorrer, y los procesos de transformación supondrán un reto para el debate entre patronales y sindicatos hacia el tiempo de trabajo. Y debemos hacerlo con una mirada amplia, reflexionando sobre el tratamiento que se da al tiempo de formación y al tiempo destinado a la movilidad. Y hacen falta mejoras legales para garantizar la desconexión digital de las personas trabajadoras, elemento clave de salud mental y de mejora de la productividad, que ha sido puesto en evidencia durante la pandemia con el desarrollo de un teletrabajo de emergencia.

Este debate debemos abordarlo desde una visión transversal de la dimensión de género. Es necesaria una reflexión social sobre el tiempo productivo y el tiempo reproductivo, de conciliación y de cuidados, que conjuntamente con las políticas públicas que estamos reclamando, impulse una transformación social, para hacer una sociedad más feminista e igualitaria.

Pero cuando hablamos de las causas de la desigualdad de género en la corresponsabilidad, no podemos olvidar la importante brecha salarial existente, que encuentra una parte de su explicación a la gran cantidad de mujeres que trabajan con contratos a tiempo parcial de manera involuntaria. Por ello, la negociación colectiva debe regular unas jornadas mínimas amplias para los contratos a tiempo parcial y la no ampliación de las horas complementarias legales, que se utilizan como flexibilidad unilateral para las empresas.

Nos equivocaremos si queremos abordar el proceso de transformación del siglo XXI con las recetas del siglo pasado. La organización del tiempo de trabajo no puede más, que orientarse hacia un modelo más saludable, sostenible e igualitario.

Oficina de Prensa de CCOO de Cataluña
Barcelona, 15 de julio de 2021