CCOO presenta el informe “La brecha salarial de género y los ERTE, un análisis en profundidad”

CCOO de Cataluña ha presentado hoy lunes 13 de febrero, en rueda de prensa, el informe “La brecha salarial de género y los ERTE, un análisis en profundidad”, que analiza extensamente cómo impactaron la pandemia y los ERTE en las diferencias salariales entre hombres y mujeres.

La presentación ha corrido a cargo de la Secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI, Mentxu Gutiérrez, y de la autora del estudio y socióloga de la Fundación Cipriano Garcia de CCOO de Catalunya, Irene Galí.

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La erradicación de la brecha salarial de género es un objetivo en sí mismo y, por tanto, la disminución que este indicador ha mostrado durante los últimos años es una buena noticia que debemos poner en valor. No obstante, hay que recordar que la brecha es un indicador relativo y, por lo tanto, no proporciona de manera aislada información sobre las condiciones salariales objetivas ni de las mujeres ni de los hombres. De hecho, la disminución de la brecha salarial de género es compatible con el estancamiento o la disminución de los salarios de las mujeres. Por este motivo, para poder ser interpretado, el dato sobre brecha salarial debe ir siempre acompañado de contexto, de otras medidas e indicadores relativos a la situación de la mujer en el mercado de trabajo y en la sociedad.

La brecha salarial cuantifica la diferencia existente entre los salarios de hombres y mujeres en forma de porcentaje. La fórmula utilizada de manera habitual para el cálculo de la brecha salarial, que toma como referencia los salarios de los hombres, nos proporciona información sobre el porcentaje de salario que las mujeres cobran de menos respecto de los hombres. Esta es una perspectiva válida que pone el foco en la cuantificación de la injusticia, es decir, en lo que las mujeres dejan de cobrar por ser mujeres, pero que no nos proporciona información sobre el objetivo a alcanzar para erradicar la brecha salarial. Con el cálculo habitual, si cuantificamos la brecha en, por ejemplo, un 25%, y los salarios de las mujeres aumentan en un 25%, la brecha salarial seguirá existiendo.