El trabajo digno para todos erradica la pobreza y el hambre y proporciona condiciones de trabajo saludables, educación de calidad a lo largo de la vida y el empoderamiento económico fundamental para la igualdad de género.
También contribuye a la mejora de la gestión sostenible del agua y de los procesos de transición justa. Además favorece la creación de un modelo industrial inclusivo, sostenible, innovador y justo.
El trabajo digno contribuye también a la mejora de un desarrollo urbano sostenible, la creación de un nuevo modelo de consumo y producción sostenible y la acción contra el cambio climático.
Con mayor diálogo social y libertad sindical se consigue una sociedad más justa. La acción sindical y la cooperación son esenciales para realizar la Agenda 2030.
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