El teletrabajo como medida de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático
Si existe una consecuencia clara, a nivel social, que ha demostrado el teletrabajo durante la pandemia de la COVID-19, es su influencia directa en la reducción de la movilidad y en la mejora de la calidad del aire en las nuestras ciudades. Teniendo en cuenta esta experiencia previa, podemos considerar la implementación del teletrabajo en las empresas como una propuesta para cambiar la forma en que las personas accedemos al trabajo. La reducción del número de desplazamientos que implica esta forma de organización revierte, lógicamente, en una rebaja de los impactos ambientales de la actividad económica, en una rebaja de los gastos, pero también en una reducción de los riesgos de sufrir un accidente in itinere o in misión.
Desde este punto de vista, el teletrabajo puede entenderse como una medida más de movilidad sostenible, precisamente por que representa la no movilidad. Así, puede configurarse como una herramienta muy potente para la mejora de la calidad del aire de las áreas más pobladas de Cataluña.
El teletrabajo en los Planes de desplazamiento de las empresas
Desde el punto de vista sindical existe una herramienta que permite impulsar medidas de movilidad más sostenible y segura, incluyendo el teletrabajo. Se trata del plan de desplazamiento de empresa (PDE), que en Cataluña debe desarrollarse de forma obligatoria en determinados centros de trabajo a partir de la aprobación del Plan de actuación para la mejora de la calidad del aire horizonte 2020 (PCA), del año 2014.
La reciente aprobación del Plan Director de la Movilidad 2020-2025 ha incrementado el número de centros de trabajo que deben aprobar PDEs en esta demarcación (en el resto de Cataluña no existe, en estos momentos, esta obligación concreta).
De forma general se puede afirmar que las empresas de más de 500 personas trabajadoras de la demarcación de Barcelona deben elaborar un PDE. Este límite desciende hasta las 199 en los 40 municipios definidos en el PCA.
Tanto el Plan de actuación para la mejora del aire como el Plan Director de la Movilidad indican, de forma expresa, que el PDE debe realizarse con la participación de la representación sindical. Todo esto es de aplicación, tanto en el ámbito privado como al público, por tanto afecta también a los centros de trabajo de las diferentes administraciones públicas.
Incidir sobre el modelo de movilidad a través de los PDE es una muy buena herramienta de intervención sindical que nos permite no sólo asear la movilidad, sino que es un elemento de disputa importante del salario indirecto y que ayuda a reducir la siniestralidad laboral y los riesgos psicosociales. El teletrabajo bien implementado puede representar una de las medidas clave en estos planes de desplazamiento de las empresas.
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