Ante el anuncio del cierre de la residencia pública de gente mayor de Reus en los próximos meses, trabajadores y trabajadoras, sindicatos y familiares han comenzado a movilizarse para que éste no se produzca, al menos sin estudiar la posibilidad de una reforma del edificio por plantas. Consideramos totalmente injusto tener que cerrar la única residencia 100% pública del Baix Camp. Por este motivo convocamos una concentración mañana, día 9, a las 12 h delante del Parlament de Catalunya. De nuevo nos concentraremos el día 10 a las 13 horas frente a los servicios territoriales de Derechos Sociales en Tarragona. Y una última convocatoria de concentración día 17 a las 9.30 h desde la residencia de ancianos hasta el Ayuntamiento de Reus.
El anuncio de la Generalidad se producía de forma precipitada hace unos días a través del Secretario General del Departamento de Derechos Sociales, SR. Oriol Amorós, quien, junto con la directora de los servicios territoriales de Derechos Sociales de Tarragona, la directora general de la Dirección General de Provisión de Servicios y la subdirectora de Recursos Humanos se reunieron con el comité de empresa, los trabajadores y trabajadoras, y las familias para informar de este hecho.
Según el propio Oriol Amorós, el mal estado del edificio hacía que tuviera que tomarse esta decisión y que se ejecutaría en los meses que vienen. Sin embargo, nada podía asegurarse hasta que no recibieran en quince días el último informe técnico donde se valoraría si el cierre era definitivo o bien si había alguna posibilidad de reforma. Pasados estos quince días se decidiría cómo se hacía el traslado de los residentes a otras residencias públicas o concertadas, al igual que se abriría un período de negociación con el comité de empresa para el traslado del personal a otros centros. Hay que hacer hincapié en que, aparte de la noticia negativa de dejar a Reus sin la única residencia pública, en términos de negociación laboral se encontraría trabajo en cuanto al personal fijo, pero el personal eventual y el personal de las empresas externas verían claramente peligrar sus puestos de trabajo.
Lo más sorprendente de todo es que antes de recibir este último informe técnico, al día siguiente de la notificación del posible cierre ya se empezaron las reuniones con las familias para que eligieran a qué residencia querían trasladar a sus familiares, lo que hace sospechoso que el cierre no dependía del informe técnico. A lo que todavía no han dado respuesta es qué pasará con las 175 personas que hay en la lista de espera de la residencia de Reus, que claramente irán a engrosar las listas de espera del resto de residencias del territorio, que ya están bastante llenas.
Por otro lado, ya hace unos diez años, se valoró el traslado de la Residencia de Personas Mayores de Reus a otro lugar, concretamente a un edificio de nueva construcción a las afueras de Reus.
Terminado este nuevo edificio, cuando ya parecía claro el traslado de residentes y personal (incluso el personal fue a visitarlo), por una decisión política este edificio se destinó a una residencia privada. Por tanto, el traslado no se llevó a cabo por la sorpresa de todos. ¿Qué ha pasado durante estos diez años para que ahora se tenga que tomar esta decisión a toda prisa?
Cabe decir también que la remodelación de centros residenciales de la Generalitat sin su cierre no sería nada nuevo, ya que, sin ir más lejos, la Residencia Virgen de la Merced de Tarragona ha estado más de una década en obras por realizar su remodelación total y en ningún caso ésta ha sido cerrada. Su remodelación se ha ido realizando por plantas y los residentes y el personal han ido trasladándose por los diferentes espacios de la residencia hasta la reforma total.
Después de ver los esfuerzos y el dinero invertido en la remodelación de la residencia de Tarragona, todavía hace entender menos el porqué del cierre de la residencia de Reus, ya que su reforma sería mucho menos costosa en todos los aspectos.
Todo ello nos parece excusas, incluso cuando nos aseguran que en tres o cuatro años volverán a construir una nueva residencia en Reus 100 % pública, porque ni siquiera pueden concretar dónde se hará y ni mucho menos está presupuestado ningún proyecto. Han tenido diez años para hacerlo antes de su cierre.
La decisión hace malpensar y sospechar que, si se construye otra, será de gestión privada. En sus explicaciones, SR. Amorós no se hace responsable de las decisiones tomadas anteriormente ni el hecho de que la residencia se encuentre en esta situación. No creemos que él se haga responsable de que se construya una nueva residencia pública dentro de tres o cuatro años, ya que la vigencia de su legislatura termina en año y medio.
Por todos estos motivos, han comenzado las movilizaciones de sindicatos, trabajadores y trabajadoras y familias, y haremos todo lo posible por detener el cierre de nuestra residencia y no perder plazas públicas.