CCOO destaca que la inflación tensa los hogares con rentas bajas

Los datos del IPC correspondiente al mes de noviembre ponen en evidencia una tendencia positiva de desaceleración en la dinámica inflacionista que registramos desde mediados de 2021. Esta reducción en el crecimiento de los precios de los bienes y servicios alcanza también la inflación de carácter estructural y sitúa las bases para una mayor estabilidad de precios. Sin embargo, los precios siguen elevados, especialmente aquellos de carácter más básico, de los que no se puede prescindir. Hay que insistir en que el encarecimiento en la cesta de la compra impacta, en mayor medida, en aquellos hogares trabajadores con menor nivel de renta y que es por este motivo que es necesario contrarrestar el impacto de los precios con garantías de mejora salarial y protección social. Finalmente, es necesario alertar del hecho de que la dinámica de desaceleración en la inflación se está acentuando en mayor medida en el conjunto de países de nuestro entorno económico que en nuestro país.

En Cataluña el IPC interanual se sitúa en el 3,1%, tres décimas por debajo del mes pasado (3,4%) y una décima por encima del indicador estatal (3,2%). Las variaciones de precios más significativas han sido las de los alimentos y bebidas no alcohólicas (8,3% de incremento interanual) aunque, en realidad, el pasado año todavía incrementaron más y han acabado contribuyendo a la moderación de la inflación . Por otra parte, las bebidas alcohólicas y el tabaco han registrado también un importante encarecimiento del 7,7% respecto a noviembre de 2022.

En el ámbito del Estado, el IPC interanual se sitúa en el 3,2 %, tres décimas por debajo del indicador del pasado mes de octubre (3,5 %) y una décima por encima del indicador por Cataluña (3,1 % ).

El grupo de productos que más ha influido en el descenso del indicdor son el transporte, productos relacionados con el ocio y la cultura y el transporte. Tanto el caso de los alimentos como en los productos de ocio y cultura siguen incrementando su precio aunque lo hacen en menor medida que el mismo período del año pasado. En el caso del transporte, los precios se congelan al 0,0 %, a diferencia del mismo período de 2022, en el que subían.

La inflación subyacente, que es aquella que no tiene en cuenta ni los alimentos no elaborados ni el precio de los carburantes y que, por tanto, captura con mayor fiabilidad el estado real de la economía, aislando el comportamiento más volátil del precio del petróleo, se sitúa en el 4,5%, siete décimas por debajo de los datos del mes pasado (5,2%). Ésta es, sin duda, una buena noticia dado que este indicador había alcanzado el 7,6 % durante el primer trimestre del año y se ha ido moderando progresivamente, aunque todavía se sitúa en niveles anormalmente elevados.

La tasa de variación anual del ICPH (índice de precios de consumo armonizado), que mide la evolución de los precios siguiendo la misma metodología para todos los países de la zona euro, para facilitar la comparación entre países que comparten una misma política monetaria, en el caso español se sitúa en el 3,3 %, dos décimas por debajo de los datos del mes pasado (3,5%). Esta noticia, aparentemente positiva, debe analizarse acompañada de otro dato y es que el IPCA correspondiente a la zona euro, que es nuestra zona de influencia económica, se sitúa en el 2,4 %, cinco décimas por debajo de los datos del pasado mes de octubre (2,9%). Por tanto, observamos esta divergencia entre los datos armonizados estatales y los correspondientes a la eurozona, los estatales son peores que los globales de la zona euro, tanto en los valores (más elevados para España) como en la reducción (de dos décimas para el Estado y de cinco décimas para el conjunto de la eurozona).

Evolucio Ipc Noviembre 2023

CCOO considera que:

  • A pesar de la paulatina corrección de los precios vinculados al grupo de vivienda y especialmente los de la electricidad y el gas, los hogares con rentas disponibles más bajos siguen haciendo frente a unos precios desbordados, especialmente en lo que se refiere a los alimentos. Un año y medio de una inflación en estos productos básicos supone precariedad para estos hogares y una contracción del consumo que se traslada a la demanda. La observación detallada del incremento de los beneficios por parte de los grandes distribuidores debería permitir identificar la posición dominante de algunos grandes distribuidores que están sacando un beneficio continuado de una situación de emergencia social, especialmente para el 24,7 % de la población catalana que se encuentra en situación de riesgo de pobreza o exclusión social
  • Al margen de políticas públicas más ambiciosas en el marco de la fiscalidad y la redistribución de los beneficios de las grandes empresas y patrimonios, la situación actual reclama medidas de refuerzo y sostenimiento de las rentas más vulnerables mediante el incremento de las bases salariales (SMI ) y también de rentas mínimas (RGC, IMV) incluyendo una actualización del índice de renta de suficiencia de Cataluña, que a pesar de incrementarse en un 8 % el año pasado, sigue estando muy por debajo de los márgenes que se establecieron en su creación. La reducción de los tramos autonómicos del IRPF para las rentas medias es positivo si no comporta una reducción de los ingresos totales, lo que es posible si se mejora, a la vez, en el marco presupuestario la progresividad y en el grado de solidaridad que corresponde a las rentas más altas.
  • La mejora continua del volumen y de la calidad del empleo ha permitido una especial resiliencia ante el impacto de la inflación, para mejorar la intensidad del trabajo de los hogares, el acceso a mejores rentas salariales con empleos más calificados y mayor certeza en la gestión de la renta disponible por el aumento de la contratación indefinida. Sin embargo, el mercado de trabajo parece haber topado con una base de personas desempleadas que cuesta superar. Alcanzar este objetivo para acercarnos al pleno empleo reclama más dotación para unas políticas de empleo que tengan sus prioridades en la intermediación, la orientación y la calificación, y una campaña pública que haga frente con determinación al creciente problema de el edadismo. Recordemos en este sentido que 3 de cada 4 personas en situación de paro de larga duración tiene más de 45 años.
  • Es necesario volver a insistir en la importancia que tiene la vivienda para los hogares trabajadores. El gasto vinculado a la vivienda, en cualquiera de las modalidades de tenencia, sigue siendo el principal gasto para la mayoría de familias y el incremento de su precio tiene un impacto muy elevado en la renta familiar. Por este motivo, es necesario revertir el encarecimiento de las hipotecas y de los alquileres y para ello reclamamos el impulso de políticas de vivienda que, entre otras medidas, amplíen de forma sustantiva el parque de vivienda pública y limiten de forma efectiva la especulación inmobiliaria actualmente existente.

Escucha la valoración de Ricard Bellera, secretario de Trabajo y Economía