La Federación de Sanidad de CCOO de Catalunya reivindica a la enfermera como eje central de los cuidados

En el Día Internacional de la Enfermera, 12 de mayo

Desde el principio y en la actualidad, la enfermera ha formado parte del equipo multidisciplinar en la atención sanitaria. Es el eje que une, que comparte e interrelaciona con el resto de profesionales, con una visión holística de los pacientes y la capacidad de realizar una síntesis de las necesidades en los cuidados.

En el momento actual, con la pandemia de la COVID-19, se han visto reflejadas las debilidades de nuestro sistema sanitario, las carencias de profesionales de enfermería cualificados para atender a los pacientes y su valía para sostener una buena calidad asistencial. A la enfermera siempre le ha costado desmarcarse y hacer propia su profesión; los intereses de otros han hecho sombra a un cambio de paradigma dentro del equipo sanitario.

Es imperioso y necesario realizar un cambio en la organización del modelo sanitario de nuestro país, dejarnos de patriarcados y luchas de poder, y ser capaces de liderar la magnífica labor de estos profesionales. El no hacerlo será quedar atrás de la evidencia, perder un activo como referente y seguir las viejas costumbres que nos han llevado a la carencia de muchos profesionales sanitarios calificados para atender a la ciudadanía.

Queda mucho por hacer, para garantizar un sistema sanitario moderno, puntero y del siglo XXI.

Hacer un equipo sanitario en el que el eje central sea la enfermera garantiza una visión global para un mejor tratamiento y curación de los pacientes. Necesitamos rápidamente recuperar ratios; no es posible realizar esta tarea con ratios inferiores a la media europea: España tiene 5,3 enfermeras por cada 1.000 habitantes, frente, por ejemplo, a Francia, con un 9,9; de Alemania, con un 13,3, o la media europea de 8 por cada 1.000 habitantes. Estamos muy atrasados ​​en valorar a la enfermera como la persona que cuida y convive con el paciente.

Se preguntaban algunos gestores de la sanidad el porqué el colectivo de enfermería es el que más infectados ha tenido por COVID-19 en el trabajo. Es fácil: la enfermera es la que está el 100% de su jornada laboral con contacto estrecho con los pacientes, la que vela por que se aplique y se cumpla el tratamiento, la persona que hace un vínculo tan estrecho que es capaz de intuir cuando vayamos bien o mal. Es el eje central de los cuidados, y es ese valor y el reconocimiento que debe tener.

El reconocimiento de su valiosa aportación al sistema sanitario debe ser el origen de puestos con responsabilidad a la hora de organizarlo, efectuarlo y evaluarlo. Es necesario, pues, incorporar a estas profesionales a las instituciones, en puestos de dirección, en decisiones económico-financieras, y ser claves para la planificación de los centros sanitarios.

Sin embargo, habrá que tener continuidad en el puesto de trabajo y poner fin a los contratos precarios continuados en el tiempo, para evitar la fuga de talento a otros países europeos, como en un pasado reciente. También habrá que aplantillar y dotar adecuadamente a las plantillas para evitar sobrecarga de trabajo, lo que impide que la enfermera tenga tiempo para realizar estudios de evidencia científica, ya que el día a día no le permite realizar esta tarea.

El reconocimiento de las especialidades de enfermería, los estudios de grado superior que equivalen a una licenciatura, no están resultando incorporadas dentro de las profesiones sanitarias. Hablamos que expertas en grado máximo de profesionales hacia la pediatría, la geriatría, la salud comunitaria… no están siendo gratificadas ni profesional ni económicamente; especialidades que, lejos de ser especialidades médicas, abarcan áreas de conocimiento concretos pero con visión global.

La enfermera es polivalente, sí, como todas las profesiones sanitarias, pero también tiene especificidades muy valiosas, y así se ha visto en casos de compromiso y de peligro en salud pública como el que estamos viviendo. Enfermeras de UCI, de Urgencias, de Pediatría, de Diálisis, y tantas otras que han sido claves para salvar vidas.

Debemos quitarnos la venda de los ojos y apostar, sin género, por un cambio de paradigma en la organización de nuestro sistema sanitario. Si no es así, quedaremos caducos y obsoletos.

Oficina de Prensa de CCOO de Catalunya
Barcelona, ​​12 de mayo de 2020