Pandemias: el desproporcionado riesgo para la salud de las mujeres trabajadoras

Este artículo se ha publicado en el número 54 de la revista 'Trabajadora', en abril de 2020

Los informes epidemiológicos respecto a la COVID-19 nos indican que existe una mayor probabilidad de muerte entre los hombres que entre las mujeres. En cambio, los datos publicados sobre los contagios confirmados (resultados de laboratorio) nos muestran que está afectando más a las mujeres.

Las mujeres tenemos más probabilidades de ser infectadas por el virus, por nuestro rol predominante de atención social y cuidadoras en el ámbito familiar y doméstico, y también en el laboral. La segregación horizontal en el mercado laboral se pone de manifiesto en todas las pandemias.

Las enfermedades infecciosas en el ámbito del trabajo afectan, en general, más a las mujeres que a los hombres, ya que los sectores en los que existe mayor riesgo de contagio están altamente feminizados, y así lo muestran año tras año las estadísticas referentes a las enfermedades profesionales.
Limpieza, trabajo de cuidado y hogar, servicios sociales, sanidad y servicios sociosanitarios, supermercados o dependencia. Muchas de las trabajadoras de estos sectores son especialmente vulnerables a la COVID-19, por edad o situación de embarazo. La mayoría trabajan en condiciones muy precarias y ahora están en primera línea de exposición al coronavirus y, también, de forma habitual, en primera línea de exposición a otras enfermedades infecciosas.

Asimismo, el riesgo biológico es uno de los grandes olvidados en la prevención de riesgos laborales por parte de las empresas de casi todos los sectores y por los servicios de prevención.
En muchas de las profesiones que forman parte de los servicios esenciales no existen evaluaciones de riesgos biológicos específicas ni medidas preventivas adecuadas ni protocolos en caso de detectar enfermedades altamente contagiosas y de declaración obligatoria, como la tuberculosis o la hepatitis. Los protocolos para prevenir el riesgo biológico o la higiene frecuente de los espacios o equipos de protección ya no existían antes en muchas empresas.
No es extraño, por tanto, que esta crisis del coronavirus haya superado los servicios de prevención, especialmente a los ajenos, que han sido los grandes desaparecidos, y que haya superado también el modelo preventivo general, que ya hacía tiempo que sufría una debilidad importante, tal y como hace tiempo que denunciamos desde CCOO de Catalunya.

Tenemos dos retos: romper con los roles y relaciones de género que produce esta estratificación laboral y que comporta una mayor vulnerabilidad a la infección para las mujeres, y avanzar en las políticas y prácticas preventivas frente al riesgo biológico. Dos reivindicaciones que desde CCOO de Catalunya continuaremos reiterando para corregir el rol desproporcionado que las mujeres tenemos en la lucha contra las pandemias y conseguir una protección de la salud con garantías.

Mónica Pérez Cardoso, responsable de Salud Laboral de CCOO de Catalunya

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