¿Qué debemos saber sobre el sistema público de pensiones?

Que no nos engañen. El sistema público de pensiones es viable y tiene futuro

Las pensiones son un derecho a que los trabajadores y trabajadoras generemos cotizando a la Seguridad Social parte de nuestro salario. Quien no haya cotizado años suficientes tendrá derecho a una pensión no contributiva.
 
Las pensiones han evitado la pobreza de la gente mayor en nuestro país. Por eso es necesario mantener el nivel de cobertura que garantice las necesidades básicas para todos.

No tener trabajo o trabajar de forma precaria pone en riesgo su futura pensión. Luchar por el derecho al trabajo digno es luchar por el derecho a cobrar una pensión digna.

El sistema de pensiones es público y solidario entre generaciones. Esto significa que las pensiones actuales se pagan con las cotizaciones de los trabajadores y trabajadoras que actualmente están en activo, y las pensiones de éstos las pagarán las personas que trabajen en el futuro.

España destina el 10,25% del producto interior bruto a pensiones públicas La media de gasto europeo es del 13,5%. La protección social y económica de quien no puede trabajar merece un esfuerzo superior.

La ley reconoce el derecho a la revalorización automática de las pensiones para garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo, sin que esto dependa de la decisión de cada gobierno. Hay que tener en cuenta que las personas pensionistas contribuyen a la riqueza nacional ya la actividad económica, puesto que casi toda la pensión se dedica al consumo.

El sistema de pensiones será viable mientras se mantenga el equilibrio entre gastos (pensiones) e ingresos (cotizaciones). La mayor esperanza de vida aumenta los gastos, pero el principal problema es que la crisis y el paro han derribado la recaudación. Es necesario actuar para incrementar los ingresos y prever y racionalizar el crecimiento del gasto, como ya se ha hecho en todas las reformas de pensiones.

El sistema público de pensiones es más seguro que los sistemas privados de capitalización. Los planes privados de pensiones no son una garantía de buenas pensiones futuras porque están muy influidos por la evolución del negocio financiero y el importe de la pensión dependerá de la capacidad de ahorro de cada uno.

Más empleo, estabilidad laboral, mejores salarios, carreras profesionales continuas y un mayor salario mínimo interprofesional aseguran más y mejores cotizaciones y, por tanto, los ingresos necesarios para garantizar el futuro del sistema de pensiones.