La escuela catalana, un modelo a defender

Artículo de Montse Ros, del Seminario Salvador Seguí

Dolors Montserrat, diputada del PP, ha organizado una delegación de europarlamentarios de los grupos europeos del PP, Cs y Vox para venir a Cataluña a "recoger información" sobre si "la escuela catalana discrimina a los niños castellanohablantes". Estarán los días 18, 19 y 20 de diciembre. Los grupos progresistas del Parlamento Europeo (socialistas, verdes y la izquierda) se han negado a formar parte del mismo y han denunciado ante el presidente de la Eurocámara el uso partidista de la Comisión de Peticiones por parte de Dolors Montserrat.

El próximo grupo en Cataluña elaborará un informe a partir de las declaraciones de diferentes grupos y personas que han convocado expresamente para la ocasión. Todas las personas y entidades convocadas son personas vinculadas directamente con el PP, Cs y Vox, excepto el sindicato USTEC y la Fundació Bofill. No han sido llamadas a declarar ni las federaciones de asociaciones de familias mayoritarias ni colegios o asociaciones profesionales ni Som Escola, la plataforma que agrupa a 60 entidades que defienden el modelo de escuela catalana, entre las que estamos CCOO.


El modelo de escuela catalana no separa a la población escolar por su lengua de origen, tiene como núcleo la lengua catalana y se propone que la ciudadanía de Cataluña pueda tener el placer de comunicarse en catalán, castellano o aranés en la Vall d'Aran y, como mínimo, en una lengua extranjera, con las oportunidades cognitivas, sociales, culturales y laborales que esto representa.

El modelo de escuela catalana está al servicio de la convivencia democrática de una sociedad plural. Lo que sería discriminatorio sería separar a las criaturas del país en centros diferentes en función de su lengua familiar para crear en Cataluña dos comunidades incomunicadas entre ellas. También sería discriminatorio que algunos alumnos no aprendieran más que una sola lengua en ese mundo multilingüe.

El modelo de escuela catalana ha sido una construcción histórica colectiva a la que han contribuido históricamente las escuelas y colonias del Patronato Escolar de Barcelona, ​​las Montessori y las escuelas de verano de la Mancomunidad, el movimiento Escola Nova y los institutos escuela de la Generalitat republicana, los movimientos de renovación pedagógica, las escuelas de iniciativa social y del CEPEPC (Colectivo de Escuelas por la Escuela Pública Catalana), las movilizaciones de las asociaciones de vecinos, de asociaciones de familias y de sindicatos de profesorado, los movimientos para la escuela inclusiva, el consenso social y político para la inmersión educativa, etc. Desde finales de los años setenta, CCOO también ha formado parte de esta construcción colectiva. El modelo lingüístico está bien insertado en la norma catalana y española, y especialmente en la europea. La UE promueve la capacitación plurilingüe de su ciudadanía como garantía democrática, riqueza cultural y oportunidad económica. Ésta es la línea que nos interesa.

La iniciativa de Dolors Montserrat es una más de la vieja estrategia del PP de crear un conflicto lingüístico, social y político en los territorios de habla catalana. Desde los años noventa han organizado series de denuncias (no hay ninguna espontánea) y han jugado a judicializar las escuelas ya usar a las criaturas en la lucha partidista. Lo han hecho de forma sistemática y, sin embargo, han logrado sólo 68 sentencias a su favor, todas del mismo juez del TSJC. Cada año hay más de un millón de alumnos en el sistema escolar de Cataluña.

Mientras, el relator especial de la ONU para los asuntos de las minorías insta al Estado español a pronunciarse sobre la compatibilidad de las sentencias del TSJC con la legislación internacional, los instrumentos de derechos humanos que el Estado ha ratificado y las limitaciones impuestas en el modelo de inmersión lingüística.

Más nos valdría a todo el mundo dedicarnos a conseguir el 6% del PIB para la educación.