Exigimos la igualdad real: queremos nuestros derechos LGTBI

Con motivo de la celebración del 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGTBI, CCOO de Catalunya salimos a la calle para conmemorar los disturbios de Stonewal, que tuvieron lugar en Nueva York (EE.UU.) en 1969, que marcan el inicio de la liberación LGTBI.

Esta fecha de conmemoración se presenta como una oportunidad para reflexionar sobre las discriminaciones añadidas que tienen las mujeres pertenecientes al colectivo LGTBI. La interseccionalidad de ser mujeres lesbianas o bisexuales –añadido al hecho de ser jóvenes o mayores, de la clase, el origen, las diferentes diversidades funcionales…– va sumando puntos para ir incrementando la brecha de género.

Si en el sistema patriarcal hay algo que le ponga más nervioso, esto es precisamente el control que las mujeres podamos hacer de nuestro cuerpo, de nuestras orientaciones sexuales, de cómo vivimos nuestras identidades de género no heteronormativas. Y esto nos pasa factura.

Desde Orlando -la mayor masacre de la historia hacia la comunidad LGTBI, perpetrada en un club de ambiente gay, donde 49 personas fueron asesinadas por razones homófobas- hasta hace pocos días en la ciudad de Badalona, ​​donde dos chicas lesbianas , que son pareja sentimental desde hace 11 años, recibieron una paliza en la calle sólo por el hecho de su orientación sexual.

Cierto es que en los últimos años las políticas LGTBI están avanzando con fuerza, especialmente en Europa. Debemos estar contentas porque en este sentido en el Estado español se ha hecho un importante esfuerzo por dar impulso a estas políticas, encaminadas a alcanzar la igualdad de lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales.

Por no nombrarlas todas, destacaremos una pionera a escala estatal, que ahora tiene 11 años, la Ley 13/2005 de matrimonio entre personas del mismo sexo, y una bien recién aprobada en Cataluña, la Ley 11/2014 de derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales y por la erradicación de la homofobia. Una ley pionera en todo el mundo, puesto que por primera vez se contempla la inversión de la carga de la prueba ante ataques y acciones homófobas, y porque se prevé el derecho de “reparación” a la víctima.

Hay aspectos que me inquietan en el tratamiento de las políticas LGTBI, políticas que tienen que ver con el género y que existe el peligro de que reproduzcan esquemas y modelos que las mujeres conocen bien; me refiero al tratamiento estructural de las discriminaciones. Acabamos poniendo parches si no atacamos el problema de fondo. Podemos hacer políticas LGTBI que nos señalen la discriminación de quien la padece, focalizando mucho en los efectos de las desigualdades más que en las causas que las producen.

Acaba de nacer la Red de Municipios LGTBI, una iniciativa que saludamos con entusiasmo, puesto que trabajar en red y de forma coordinada y no funcionar sólo por inercia es una buena noticia. En Barcelona se está trabajando duro para la creación de un centro de recursos LGTBI pionero en todo el Estado. Esperamos que ahora la ley contra la LGTBIfobia empiece a desarrollarse con celeridad, pero todo será más eficiente si en ningún momento perdemos de vista ponerle toda la intención de la perspectiva de género.

La perspectiva de género, también en las cuestiones LGTBI es algo más que necesario, porque si de género va la cosa, todas tenemos mucho que decir. Sólo tenemos que echar un vistazo al Pride más comercial y preguntarnos: ¿dónde están las mujeres? ¿Qué estereotipos de hombres existen? Sabemos que estas preguntas pueden provocar distintas reacciones. Sólo las pongo como un ejemplo muy visual para decir que todavía hay mucho camino por recorrer.

Como sindicalista me siento interpelada con la causa LGTBI, porque la diversidad sexual es también una cuestión sindical.

Raquel de Haro

laartículo Exigimos la igualdad real: queremos nuestros derechos LGTBI se ha publicado originariamente en el blog Mujeres de CCOO de Catalunya