Las mujeres en el centro de la salud: ¡nos va la vida!

Jornada “Las mujeres en el centro de la salud, ¡nos va la vida!”

El viernes, 27 de mayo, en el salón de actos de CCOO de Cataluña (Via Laietana, 16), de 9.30ha 13.30 h, hemos preparado una jornada con tres ponencias que nos hablarán sobre la prevención, la sobremedicación y la buena alimentación para la salud femenina

En el trabajo y en toda la sociedad. Organicémonos por un impulso decisivo. #EnsHiVaLaVida

Programa Día Salud Mujeres 2022 V2

28 de mayo, Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres

Este 28 de Mayo conmemoramos el Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres, en un momento en el que ya parece definitiva la salida de la pandemia, gracias a una vacuna que ha sido crucial para disminuir la transmisión y gravedad de la sintomatología de la COVID entre la población mundial.

Sin embargo, debemos permanecer vigilantes en cuanto al seguimiento de sus posibles efectos secundarios, especialmente en los cuerpos de las mujeres, donde existen claros indicios de alteraciones menstruales. Hará falta mucha investigación con perspectiva de género para que la ciencia avance en diagnósticos ágiles y en el tratamiento de los casos.

En estos dos años de pandemia la sociedad debe mucho a los sistemas de trabajo a distancia, que han permitido mantener la actividad en muchas empresas y el servicio a las personas usuarias. Sin embargo, la falta de regulación del teletrabajo ha evidenciado dobles y triples presencias de las mujeres, en el trabajo y en casa, por lo que todavía hoy las mujeres deben apelar a la corresponsabilidad de sus compañeros hombres para aliviar la injusta carga de cuidado de familiares y de dedicación a tareas domésticas, que es más del doble de tiempo diario que le dedican ellos.

De estas condiciones se desprende una mayor carga mental femenina, de la que, en muchas ocasiones, se derivan riesgos psicosociales severos como el estrés, la ansiedad y la depresión. En definitiva: un empeoramiento de la salud de las mujeres.

De hecho, ser mujer supone, todavía hoy, un agravio añadido que se traduce, por ejemplo, en dificultades de reconocimiento de patologías profesionales asociadas a actividades laborales ocupadas masivamente por mujeres, como el síndrome del túnel carpiano, que tuvo que ser sentenciado por el Tribunal Supremo para que se calificara como enfermedad laboral. De esta falta de reconocimiento se derivan brechas retributivas en prestaciones, indemnizaciones, jubilaciones…

Este último año las mujeres han sufrido más accidentes in itinere, probablemente causados ​​por la parcialidad involuntaria (que, en algunos sectores, alcanza el 60%), parcialidad que hace que ellas tengan que compatibilizar varios trabajos para cubrir necesidades básicas, lo que genera más desplazamientos de un trabajo a otro.

Con enfermedades profesionales, en 2021, aumentaron un 10% más en el caso de las mujeres y se notificaron un 60% más de enfermedades profesionales femeninas en la piel, causadas por metales, disolventes, perfumes y agentes infecciosos.

Por ahora, y aunque mantenemos la prudencia esperando el texto de la nueva norma, la baja menstrual sitúa un tema tabú en el centro del debate y legisla con visión de género la cuestión de la normalización del dolor femenino tanto para las propias mujeres como para el sistema sanitario, problema que ha comportado, además, automedicación y sobremedicación femenina: la ciencia y la medicina, todavía hoy, carecen de rostro de mujer.

La violencia machista y, especialmente, la explotación sexual de las mujeres no puede dejarse de lado cuando hablamos de la salud femenina sin sesgo de clase, y más aún cuando nuestro país se sitúa al frente de la Unión Europea en consumo de prostitución y recepción de turismo sexual.

A escala internacional hay muchos países sin aborto libre y gratuito, y sin control del propio cuerpo para las mujeres, lo que aboca a muchas abortar clandestinamente en condiciones que hacen peligrar su salud e, incluso, sus vidas.

En términos generales, las mujeres viven más tiempo que los hombres, pero llegan con peor calidad de vida a la vejez. Sin embargo, las mujeres mayores quedan excluidas del sistema médico. Recordemos: a las mujeres a partir de los sesenta y cinco años ni siquiera se les realizan revisiones ginecológicas ni citologías ni mamografías.

Las imágenes de cuerpos hegemónicos y los ideales de belleza en las redes sociales se implantan como modelos a seguir, especialmente para las mujeres jóvenes, que deben encajar de todas pasadas. Esto las expone a riesgos psicosociales que conllevan cada vez más trastornos dismórficos, alimenticios, depresivos y de aislamiento social.

Por todo ello, CCOO de Catalunya exigimos:

  • El impulso de los cambios necesarios en los sistemas de salud para elaborar diagnósticos que, en lugar de prejuzgar, diagnostiquen, a fin de que no sirvan para sobremedicar a las mujeres sino para hacer prevención. En este sentido, el dolor también tiene sesgo de género, especialmente el dolor crónico, que se infravalora y es superior en las mujeres en un 13%.
  • La implantación de políticas públicas que favorezcan:
    • La feminización de los sectores de la ciencia, los servicios técnicos, la investigación y la medicina, en concreto, el sistema de salud, para eliminar los sesgos de género que contienen. Es necesario investigar y analizar los ensayos clínicos y los resultados segregados por género.
    • La corresponsabilidad de los trabajos de cuidado y domésticos, de modo que las mujeres puedan disfrutar, al igual que los hombres, de su ocio.
  • La necesaria evaluación de riesgos en el trabajo con perspectiva de género, que debe tener en cuenta las diferencias biológicas de los cuerpos de mujer y hombre para poder eliminar los riesgos o adaptar los puestos de trabajo según las necesidades de cada sexo.
  • La implementación de medidas de corresponsabilidad en los planes de igualdad en las empresas para reducir la carga mental asociada a la dificultad de conciliar la vida laboral y la personal. 
  • La obligatoriedad de registrar públicamente los protocolos de acoso en el trabajo y la dotación de recursos a la Inspección de Trabajo en su responsabilidad de vigilar su implementación.

En el trabajo y en toda la sociedad, ¡organizémonos por un impulso decisivo! #EnsHiVaLaVida