El Sector de Mossos de CCOO denuncia que la falta de personal en la especialidad de tráfico es insostenible

Esta situación afectará al servicio que presta el CME a vías principales de la red vial de Cataluña en la próxima operación salida y llegada de vacaciones

Desde CCOO ya se ha denunciado, en reiteradas ocasiones en los últimos dos años, que la situación de la especialidad de tráfico es muy preocupante, pero desde el cuerpo de mossos se hace caso omiso.

Ante la falta de personal de tráfico, así como de la falta de vehículos que se necesitan para cubrir los servicios mínimos necesarios, dotaciones de seguridad ciudadana deben cubrir los accidentes en vías de alta densidad de vehículos pesados ​​y de turismos, asumiendo riesgos de alta peligrosidad, sin la formación adecuada ni la experiencia que tienen los especialistas de tráfico.

La proximidad de las vacaciones estivales, junto con la retirada de las restricciones en relación con la COVID-19, han hecho que la red viaria catalana vea incrementado el número de desplazamientos a zonas costeras y de montaña para disfrutar de las vacaciones, incrementando mucho el número de accidentes en los últimos días, entre ellos algunos muy graves.

No nos cansamos de insistir. Desde CCOO, nos hemos reunido en diferentes ocasiones con el jefe de la División de Tráfico para ponerle en conocimiento el estado actual de la especialidad, así como trasladar la preocupación de no poder atender en numerosas ocasiones los accidentes o incidentes que se producen por carencia de personal e incluso por falta de vehículos.

Incluso nos hemos reunido con el comisario jefe de la Comisaría General de Movilidad (máximo responsable del cuerpo en materia de tráfico) para trasladarle la realidad que vive el tráfico en Cataluña y poder averiguar sin éxito por qué el cuerpo ha tomado la decisión unilateral de reunificar efectivos en los sectores de tráfico más grandes, dejando raquíticos y sin apenas efectivos siete sectores que se encargan del control y la vigilancia del tráfico en vías principales y que durante el período estival son vías de paso por miles de personas cada día .

El tiempo de respuesta a las diferentes incidencias viarias se ve muy incrementado, llegando muchas veces a superar los 45 minutos, lo que supone un elevado riesgo por la seguridad de los usuarios que hayan sufrido un accidente o incluso una avería.

Desde que el CME se hizo cargo de las competencias en materia de tráfico, la situación actual de la especialidad es muy preocupante. Hemos pasado de asumir las competencias con aproximadamente 1.500 agentes en poder contar hoy en día con poco más de 900 agentes en las carreteras catalanas. A esta situación de precariedad laboral, hay que sumar que, desde el cuerpo, se quiere prescindir de sectores de la especialidad en Montblanc, Mataró, Sant Feliu de Guíxols, Olot, Igualada y Mora d'Ebre, con riesgo que supone que vías principales como la N-II, la AP-7, la N-260, la A-26, la A-2, la AP-2, la C-12, la C- 44, la C-25, la C-31 o la C-65 vean disminuida, y en este caso casi desaparecida, la presencia de efectivos de tráfico.

A consecuencia de la reducción de plantilla de la especialidad de tráfico, sectores como Olot e Igualada se han visto abocados a prescindir de guerrillas completas de trabajo, con el riesgo que ello supone, por lo que, cuando se produce algún accidente, debe gestionarse con dotaciones de Manresa en el caso de Igualada, Girona en el caso de Olot y dotaciones de Mollet en el caso de Mataró.

La falta de presencia de dotaciones de tráfico en las vías catalanas es alarmante. Los controles de alcoholemia, drogas o transportes no pueden realizarse en muchas ocasiones, aunque han sido planificados, ya que la falta de efectivos hace imposible que se puedan llevar a cabo. Esto genera preocupación entre los agentes, ya que ven impotentes cómo la sensación de impunidad de los infractores más peligrosos se ve incrementada por la falta de presencia policial en las carreteras catalanas.

Esta decisión unilateral del cuerpo de mossos sobre el cierre de los sectores nombrados llega a tal punto que no se ha destinado a ninguno de los agentes de la última promoción a cubrir la falta de efectivos de los sectores que actualmente se encuentran bajo mínimos; incluso con la incorporación de algunos agentes a otros sectores, no llegan a cubrir el número necesario de agentes.

Ya hace tiempo que el cuerpo ha dejado desamparada la especialidad y no reposa personal para que, poco a poco, queden extinguidos destinos clave por la seguridad vial. Esto no sólo afecta a los derechos de los trabajadores, sino que conlleva una elevada sensación de inseguridad entre los vecinos de las poblaciones afectadas.

Sumado a todo esto, debemos destacar que la sobrecarga de trabajo de los especialistas de tráfico les genera situaciones psicológicas muy duras, ya que trabajar continuamente entre accidentes de tráfico sin ningún tipo de apoyo psicológico, ni valoración psicosocial de riesgos laborales, supone afectaciones mentales muy difíciles de superar. Además, debemos recordar que la especialidad de tráfico es considerada como la más peligrosa del cuerpo y la que más víctimas mortales ha causado a los mossos.