Artículo de opinión de Enrique Rodríguez

Pensiones

Hi
ha salidas, tenemos propuestas, faltan voluntades

Hay quien se empeña en situar un debate
ficticio e interesado sobre la insostenibilidad de nuestro sistema de pensiones.
Un modelo que es de reparto, solidario, intergeneracional y que se nutre
económica y básicamente con las cotizaciones a la Seguridad Social de empresarios
y empresarias y de trabajadores y trabajadoras en activo para sufragar las
pensiones de las personas trabajadoras que han cotizado en el sistema y que están
inactivas.

Decía que el sistema se financia básicamente con
cotizaciones, y es así, pero no debe ser la única fuente de ingreso. Nuestro
actual sistema lo permite. Es más: son necesarias otras fuentes de financiación.
Aunque también es cierto que los ingresos por medio de las cotizaciones a la Seguridad
Social todavía tienen un recorrido importante.

La situación actual de agotamiento de los fondos de
reserva —y no hucha— tiene que ver con la crisis y la situación de recesión
económica que sufrimos. Pero no debemos olvidar que las políticas desplegadas por el Gobierno
del PP, por ejemplo, con la reforma laboral del 2012, han contribuido de forma
notable a la situación actual de carencia de ingresos. Además, éste ha tomado otros
decisiones regresivas que han provocado la reducción de ingresos en la Seguridad Social,
como "la tarifa plana". Todas estas políticas, con una clara base
ideológica, han mermado la capacidad de ingresos hasta el punto de no poder
recaudar lo suficiente para hacer frente al pago de las pensiones actuales y tener que hacer
frente a la retribución utilizando los fondos de reserva. Hay quien dice que son por
a esto y que se crearon para ello. Pero es rotundamente falso: se crearon
para hacer frente a una situación coyuntural que pudiera darse, en concreto, por el incremento
futuro de personas que accederán al sistema público de pensiones, el cual se incrementará
de forma importante. Debían servir para hacer frente al gasto mientras se
buscaban salidas para incrementar los ingresos y acomodar el sistema a la nueva
realidad, pero se hablaba del 2050. Este Gobierno ha sufragado desde el 2012
sus políticas de recorte y de tarifas planas con la capacidad de ahorro
del sistema de pensiones, modificando la ley que regulaba el límite de gasto y
destinando 60.000 millones a hacer frente al pago de la deuda ya subvencionar
empresas para contratar personal. Por cierto, los fondos de reserva se crean
1996 gracias a la concertación social (Pactos de Toledo), pero hasta esta
fecha los excedentes que se generaban en el sistema, los utilizaban los gobiernos
de turno para subvencionar a otros menesteres que no tenían nada que ver con el
sistema de pensiones. Si los excedentes del sistema se hubieran quedado en el
mismo sistema, hoy los fondos de reserva gozarían de una buena e importante salud
económica.

Dicho esto, hay que recordar por qué es importante
tenerlo en cuenta, ya que la situación del empleo, la contratación precaria,
la devaluación sufrida en los salarios estos últimos años, etc., han tenido mucho
que ver con la disminución de los ingresos. Así que podemos concluir que la
reforma laboral de 2012, impuesta por el PP y aclamada por CiU en su día, ha
tenido efectos muy negativos para el sistema.

Hoy el gasto en pensiones en España supone
algo más del 11% del PIB y puede llegar al 15%. CCOO ha presentado una
propuesta para aumentar su ingreso a 71.000 millones de euros. Es posible hacerlo y
nos situaríamos a niveles como los de Italia (15,7%), Francia (14,9%), Finlandia
(14,2%) o Austria (13,9%), por poner algunos ejemplos de nuestro entorno.

Nuestra propuesta es pública y conocida, y
nuestro secretario general la ha presentado en la Comisión Parlamentaria de los
Pactos de Toledo. Algunas medidas deben ser de aplicación inmediata, porque así
lo requiere la situación, como aumentar y no limitar las bases máximas de
cotización, o incrementar la base mínima de cotización y poner fin a la política
nefasta de tarifa plana impuesta por el PP. También es necesario, y es factible en
corto plazo, que el Estado asuma el gasto de gestión de la Seguridad Social,
ya que es el único gasto de la Administración que no se sufraga con la imposición
general. Esto significaría liberar casi 4.000 millones de euros por
destinarlos al sistema de pensiones.

También es cierto que elevar los tipos de
cotizaciones es una medida que contribuiría a incrementar el ingreso, y más si
tenemos en cuenta que en 1982 los ingresos a cargo de los empresarios y
empresarias eran del orden del 27,28% y los de los trabajadores y trabajadoras,
del 4,82% con un total del 32,10%. Desde 1995 hasta hoy los empresarios y
empresarias aportan un 23,60% y los trabajadores y trabajadores, un 4,70%, con
un total del 28,30%. Hay recorrido para realizar propuestas. Y CCOO las está haciendo:
equiparar las bases del régimen general (RG) y del régimen especial de los autónomos y
autónomas (RETA); alimentar el ingreso vía impuestos; financiar las pensiones de
muerte y de supervivencia (más conocidas como viudedad y orfandad) con impuestos,
pero sin cambiar su régimen jurídico y que sigan siendo parte del sistema
de la Seguridad Social; apostar firmemente por otro modelo productivo de más
valor añadido, con un fuerte protagonismo de la tecnología en los procesos y con
una fuerte presencia de I+D+i que permita poner fin a la precariedad, tener
salarios dignos y erradicar la pobreza laboral, y dar un primer paso vital:
derogar las dos últimas reformas laborales, la de 2010 y la de 2012.

Para abordar una situación como la actual, ya
tenemos la herramienta adecuada, gracias al diálogo ya la concertación social. Son los
Pactos de Toledo, y es ahí donde debe darse el diálogo, la negociación y el acuerdo.
Y no con la imposición del PP del año 2013, que nos ha traído, entre otros
cosas, a devaluar las pensiones actuales.

Hace pocas semanas se presentó una proposición
de ley para aumentar el salario mínimo interprofesional (SMI) a 800 euros por
en 2017, en
además de articular mecanismos para que, de forma “automática”, el SMI llegue, durante
la legislatura, a 1.030 euros, que es el 60% del salario medio en España, como
así establece la Carta social europea. Hubo una mayoría de partidos
políticos del arco parlamentario que apoyaron la proposición presentada
a instancias de CCOO y UGT. Pero, como era esperable, los señores y señoras del
PP no estuvieron de acuerdo. La sorpresa fue que el PSOE, en un ataque de
protagonismo electoralista y de intento de ganar legitimación pública (es una
opinión personal), pactó con el PP aumentar el SMI a unos escasos 700 euros
para el año 2017, lo que supone una puñalada en el diálogo social, pero también
un recorte en la expectativa de ingreso en la Seguridad Social y, además, no se garantiza
evolución y incrementos futuros durante la legislatura.

En definitiva, nuestro modelo de Seguridad Social
tiene salida, pero es necesario tomar decisiones para afrontar los retos y para dar
soluciones a corto, a medio y largo plazo. Nosotros, CCOO, tenemos propuestas
para garantizar el sistema público de pensiones, y queremos hacerlo en el marco de la
negociación y el diálogo social. Y si es necesario recurrir a la movilización, también.

Y para reclamar  la
recuperación de estos derechos sociales y laborales que se han ido perdiendo los
últimos años, el próximo 15 de diciembre se han convocado concentraciones para
defender el empleo, los salarios y las pensiones. Por la mañana son descentralizadas
en la provincia de Barcelona; por la tarde, a las 17 horas, hay una asamblea en
la sede de CCOO, en Via Laietana, 16, ya las 18 horas se lleva a cabo una manifestación
hasta la sede de Foment del Treball.

I es que la mayoría
de los trabajadores y trabajadoras reclamamos soluciones urgentes a los nuestros
problemes
. ¡Ya no podemos esperar más! 

 

Enrique
Rodríguez

Secretario
general

CCOO del
Vallès Occidental – Cataluña Central