El sindicato de la nueva normalidad

Artículo de opinión de Raül González, responsable de Comunicación de CCOO en el Vallès Oriental, Maresme y Osona

El año
2020 no ha supuesto sólo un cambio de década. La pandemia que sufrimos a escala mundial ha trastornado nuestra sociedad, nuestra forma de vivir, de convivir,
y nos ha obligado a cambiar nuestros hábitos, nuestras relaciones y la forma
en el que trabajamos. Para CCOO, la COVID-19 no ha sido tampoco ajena y nos ha
hecho replantear de arriba abajo nuestra forma de organizarnos para no perder
lo que siempre nos ha caracterizado y que este virus ponía en peligro: la
proximidad con las personas.

Un
vez se estableció el estado de alarma, que paraba en seco la práctica totalidad de
la actividad en el país, CCOO actuó sin dilación y, en una carrera
contrarreloj, algo a lo que este sindicato estamos más que acostumbrados por la
nuestra capacidad de adaptación heredada de la idiosincrasia de nuestra
actividad, puso en marcha su engranaje para, en tiempo récord, dar respuesta a todas aquellas personas que
se encontraron en situación de urgencia por la crisis de la COVID-19. Y la respuesta
fue bastante contundente: hasta la fecha CCOO ha atendido a más de 700.000 personas a todo
Cataluña. De éstas, 32.000 personas afectadas por un ERTO han sido atendidas
por CCOO en el Vallès Oriental, Maresme y Osona, 
950 personas atendidas presencialmente y 225 en nuestro Gabinete Técnico
Jurídico, así como 34.575 atendidas por nosotros de una u otra forma. Pero
también hemos firmado planes de reconstrucción por la vía de la concertación que
darán servicio a más de 700.000 habitantes de forma directa, y negociamos planes
para otras 550.000 personas.

Uns
de los servicios que CCOO puso en marcha, a los pocos días de decretarse el estado
de alarma, fue el de asesoramiento telemático, el único de éstas
características puesto a disposición de la clase trabajadora, que, de forma
gratuita, daba respuesta al alud de dudas a las que se enfrentaban las
personas afectadas directa o indirectamente por el coronavirus: desde las
afectaciones por los ERTO hasta las medidas de seguridad para prevenir el contagio. En
definitiva, que haya alguien al otro lado del teléfono dispuesto a hacer lo más
sencillo y, a la vez, lo más trascendental: escuchar.

este
servicio de asesoramiento telemático ha atendido a lo largo de estos meses casi
17.000 personas en toda Cataluña, de las cuales, cerca de 1.400 son del conjunto de
las comarcas de Vallès Oriental, Maresme y Osona. Estas cifras no hacen más
que confirmar que este servicio ha venido para quedarse, dado que, aunque la
nueva normalidad ya permite reanudar nuestra actividad en nuestros locales,
la vía telemática no hace sino reforzar nuestra prioridad de acercar el sindicato
a las personas y las personas en el sindicato.

Sin embargo
nuestra adaptación a la nueva normalidad no acaba aquí. Sí, hemos vuelto a
abrir nuestros locales. Pero también abrazamos el teletrabajo como una alternativa
que ha demostrado con creces que es tan válida como el trabajo presencial,
solucionando los problemas de movilidad que todavía se pueden producir y permitiendo
una flexibilidad horaria que facilite una mejor conciliación familiar. Parece
que, desgraciadamente, ha sido necesaria una
pandemia para realzar el valor de esta vía de trabajo, que esperamos que también haya
llegado para quedarse. Eso sí, no de cualquier modo. El teletrabajo debe
de estar regulado para evitar posibles abusos y pérdida de derechos respecto al
trabajo presencial. Trabajar desde casa no significa extender la jornada
indefinidamente sin poder separarla de su vida familiar. Además, las empresas deben proporcionar ciertos elementos, como la
formación o la adecuación de los equipos empleados para que la transición al
teletrabajo no suponga un paso atrás y sí una alternativa a tener en cuenta.

Así, CCOO mira el futuro
con los mismos ojos con los que miró el pasado: aquellos que hicieron al
nuestro sindicato reinventarse una y otra vez para ir en consonancia
con los cambios que se producen en nuestra sociedad, en los buenos momentos, pero
también en los malos. Porque de todos ellos, se aprende. Porque todos ellos nos hacen
crecer. En la antigua normalidad, en la nueva normalidad y en la que esté por
llegar: allí estará CCOO.